Las instituciones de salud deben reconvertirse permanentemente en un escenario cada vez más competitivo que demanda máxima eficacia con recursos escasos.
Por eso es clave crear equipos de alta performance para alcanzar los objetivos deseados. Se trata de equipos formados por profesionales con diversas culturas y habilidades (duras y blandas), flexibles, ágiles y creativos para reaccionar rápidamente ante los cambios y entrenados en el uso de tecnologías digitales que facilitan la tarea y promueven el ahorro de tiempos y recursos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que “la calidad de la atención se centra en los sistemas de salud en su conjunto y en la calidad de los resultados que producen”. Esta definición en perspectiva recae en todos los actores del sistema de salud; cada uno tiene su rol tendiente a lograr resultados de excelencia para los pacientes, un bienestar que se derrama en comunidades enteras.
En el tercer milenio, estamos viviendo una época de cambio cultural en todos los órdenes, por eso los equipos necesitan líderes que puedan pensar más allá de lo tradicional (“fuera de la caja”), que exploren nuevas formas de hacer las cosas para planear y coordinar estrategias innovadoras. A su vez, en las instituciones de salud se debe favorecer el desarrollo de una cultura organizacional flexible, que promueva la agilidad ante cualquier situación y valore la utilización de herramientas digitales para construir un escenario de mejora permanente en los procesos, lo que redunda en pacientes atendidos con eficiencia y, a la vez, una relación armoniosa y productiva con los stakeholders.
Además de saber del negocio de salud, los líderes del sector deben cultivar habilidades de inteligencia emocional para establecer empatía con sus colaboradores, conocerlos, comprenderlos y lograr de ellos la mayor productividad y eficiencia, favoreciendo un ambiente de trabajo inclusivo en el que haya confianza para expresar nuevas ideas y opiniones, siempre con el objetivo de hacer un mejor trabajo en beneficio del paciente.
Para potenciar las fortalezas de las instituciones de salud a nivel de management, el líder debe procurar las herramientas necesarias para que las distintas áreas puedan realizar el trabajo en tiempo y forma, economizar recursos y lograr excelentes resultados a la hora de una mejor atención al paciente.
La era digital invita a subirse a las nuevas tecnologías y aprovechar la oportunidad de poder estar comunicados online en cualquier momento y lugar, así como conocer las novedades en materia de gestión en cada sector, dentro de un esquema digital que asegure el cumplimiento de las normas de compliance y favorezca la transparencia de la gestión en todos los niveles de la organización.