Como si se tratara de un invento mágico, Wilhelm Conrad Röntgen asombró al mundo en 1895 cuando solo se hablaba entre la comunidad intelectual de la época de la mítica "visión de rayos X" inventada por este alemán y que revelaba aquello que estaba debajo de la superficie convirtiendo a la tecnología de rayos X en una metáfora de ver a través de los objetos.
La noticia comenzó en el diario inglés The Daily Chronicle, y luego se convirtió en artículos en profundidad desarrollados por el Frankfurter Zeitung (7/8 de enero de 1896), The Electrical Engineer (Nueva York, 8 de enero de 1896), Würzburger Anzeiger (9 de enero de 1896), The Electrician (Londres, 10 de enero de 1896), The Lancet, British Medical Journal (11 de enero de 1896), le Matin (París, 13 de enero de 1896), Nature (Londres), The New York Times (16 de enero de 1896), Science (Nueva York, 24 de enero de 1896) y la Settimana (Florencia, 25 de enero de 1896). Pero el más notable de éstos fue el artículo publicado en Frankfurter Zeitung, que además de la posibilidad de diagnósticos indoloros de huesos rotos y objetos extraños, anticipó el desarrollo de la tomografía (computarizada), sugiriendo el uso de los rayos de los tubos de Crookes para que solo las partes de tejido blando del cuerpo humano permanecieran transparentes y expusieran, al mismo tiempo, un corte más profundo en la placa de Röntgen que revelaría una nueva forma de diagnosticar otras enfermedades.
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A partir de allí, la radiología ha avanzado a pasos agigantados elevando a la categoría de magistrales diferentes tipos de diagnósticos para partes del cuerpo humano que antes resultaban imposibles de tratar por su complejidad. Adelantos tan importantes como la Medicina nuclear, las Imágenes seccionales, la Radiología intervencional y el avance de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) han revolucionado el escenario de la imagenología en el mundo.
Basta con ver el creciente interés de los hospitales en la implementación de la Radiología digital gracias a las placas de fósforo y la tecnología láser. O el advenimiento de la Telerradiología dada por la interconectividad generada por tecnologías que ya resultan familiares en los centros de salud como los PACS regidos por la norma DICOM, para transmitir y archivar imágenes médicas, y la norma HL-7, para manejar datos médicos.
La transformación de la radiología hoy apunta al desarrollo de equipos más sofisticados para identificar y tratar a tiempo cánceres como el de mama que cada año genera mayores cifras de mortalidad. Y también a la fabricación de sistemas más portátiles y pequeños, que se puedan llevar hasta donde el paciente no puede estar, incluso fuera del hospital. O la integración de los sistemas PET-TC. O al desarrollo más profundo de la endoscopia virtual y tecnología computacional aplicada que permita procesos más rápidos y sencillos. ¿Qué más seguirá? Los científicos de la Sociedad Radiológica de Norteamérica, RSNA, muy seguramente seguirán teniendo las respuestas.