La razón de ser por la cual cada año en el mercado aumenta la oferta de fabricantes y distribuidores de equipos, dispositivos e insumos médicos en América Latina es porque la demanda de pacientes que exigen ser tratados con la tecnología ideal para solucionar con eficacia sus enfermedades o dolencias va en la misma perspectiva. Aunque parezca obvio, hoy más que nunca la tecnología está al servicio del paciente puesto que ésta ha traspasado en varios casos el escenario del hospital al del cuidado en casa. El paciente del presente investiga en internet y en publicaciones impresas sobre la pertinencia de las tecnologías disponibles para tratar su enfermedad, y complementa este aprendizaje con el uso de innovadoras aplicaciones en teléfonos móviles para controlar su salud.
La tecnología al servicio del paciente es más que una tendencia y por ejemplo en Colombia con la ley estatutaria, su concepto se ha vuelto más diverso entendiéndose más allá de los dispositivos médicos y los medicamentos, y con un enfoque claro hacia la importancia de una atención integral. Los equipos para la atención en salud son una herramienta fundamental para el cuidado del enfermo, según la Organización Mundial de la Salud el 60% de las tecnologías que se usan en un hospital se relaciona con dispositivos médicos. En Colombia, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) cuenta ya con 16.500 registros sanitarios relacionados con tecnologías de dispositivos médicos en el país, y en esta tarea ha cobrado relevancia el cómo se establece el valor terapéutico del producto para obtener tecnologías asertivas. Sin embargo, la regulación de dispositivos es muy compleja y su futuro, según recientes declaraciones del actual Ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria, dependerá del impacto en el sistema de salud tanto en los recobros como en la unidad de pago por capitación (UPC).
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Pese a que las innovaciones sanitarias son necesarias, si no se saben implementar no repercutirán en avances en la atención en salud. Por esta razón, los fabricantes y distribuidores de equipos, insumos y dotaciones para el apoyo diagnóstico y terapéutico, especialidades médicas y paramédicas, tecnología informática y de comunicaciones, y servicios externos para el sector de la salud, deben apoyar más a los prestadores de servicios en los hospitales y clínicas, para que se conozcan más los usos y bondades de los productos, de forma tal que se transmita también esta información al individuo.
¿Dónde está el compromiso del médico con su paciente en brindarle información de calidad no solo de los procedimientos a los que es sometido sino también de los dispositivos que son utilizados? ¿Cuál es el interés actual de los proveedores de tecnología médica en informar con asertividad y responsabilidad todo lo relacionado con los productos que venden? Solo dos cuestionamientos para que tanto la industria como el sector salud continúen reflexionando frente a la excelencia en su trabajo diario que debe repercutir en atención de calidad al paciente.