Imágenes que valen más que mil palabras

Una verdadera atención del paciente hoy en día se centra más en el valor que en el volumen de exámenes realizados.

En ese contexto, las imágenes y la radiología son fundamentales para lograr una atención basada en el valor porque con una mejor información el radiólogo puede sugerir un protocolo de imágenes que identifique más rápido la condición del paciente y darle un resultado satisfactorio, y el médico remitente podría llegar a una solución que no solo será más apropiada, sino menos costosa.

La radiología aporta, y mucho, en la costo-efectividad de un hospital. Los administradores pueden revisar las imágenes para identificar los factores de riesgo en la readmisión hospitalaria, y comparar los datos con las estadísticas de salud de la población para ayudar a mejorar los resultados y reducir las admisiones.

Dado el alto volumen de radiografías, ecografías, tomografías o resonancias que se realizan a diario en las instituciones de salud, conviene estar atentos a que un buen diagnóstico basado tal vez en un solo examen preciso prime ante la premura de solicitar más exámenes innecesarios. Las ventajas son varias porque con una decisión objetiva y un acceso seguro a las imágenes, los resultados están disponibles más rápido, los pacientes se sienten más complacidos al evitar someterse a procedimientos innecesarios, y los médicos y pacientes evitan el precio de un procedimiento duplicado.

Ahora los esfuerzos no se centran en la simple interpretación sino que tienen en cuenta la evolución del paciente, como bien lo menciona el Dr. José Hernando Morales, médico radiólogo colombiano, en un post reciente para nuestra revista. Los radiólogos han pasado de una práctica basada en el volumen a una forjada en el valor, descrita como Imaging 3.0 en la cual se plantea una ruta de trabajo que ayuda al radiólogo a utilizar todas las herramientas y los procesos para mejorar sus metodologías y la atención de sus pacientes; procurando que el radiólogo sea un líder en su área de trabajo y no solo un médico inter-consultante.

Por otro lado, el paciente se ha vuelto más activo en el conocimiento del análisis de sus resultados pues ahora interactúa más a través de internet con otras personas en su misma condición, además de compartir imágenes con los médicos, amigos y familiares. Esta situación está llevando a que el paciente se sienta satisfecho con la atención que recibe cuando se le brinda un mayor acceso y conocimiento a sus imágenes diagnósticas; que las reciba en su correo previo o posterior a la lectura del diagnóstico puede ser un gran avance.

Seguramente con estas experiencias en algún área de su hospital podría comenzar a darle un mayor valor a las imágenes en sus pacientes, si no prometemos entregarle desde el congreso científico y exposición comercial de la RSNA (Sociedad Radiológica de Norte América) 2018, evento que estaremos cubriendo a final del mes de noviembre en Chicago (Estados Unidos), más ejemplos de aplicaciones de la radiología de valor, un tema indiscutible y aun urgente en los hospitales de hoy.