Las centrales de esterilización son parte vital de la dinámica hospitalaria. Este servicio, que puede ser interno o externo, no es propiamente considerado clínico, pero es vital para el funcionamiento de una institución hospitalaria y está estandarizado por la resolución 2003 de 2014 [1], por ende requiere del cumplimiento de criterios de calidad específicos como ocurre con otros servicios clínicos.
La innovación en esterilización ha permitido a las centrales de esterilización automatizarse para asegurar la calidad del proceso de lavado y desinfección de material clínico, optimizando los tiempos y reduciendo costos. Sin embargo, se han preguntado, ¿hasta dónde podría llegar una central de esterilización? Con los equipos modernos en verificación de esterilidad y manufactura digital, la respuesta sería que las centrales, además de acondicionar el material podrían ser capaces de remanufacturarlos, es decir, podrían convertirse en fabricantes o por lo menos una forma especial de estos.
En la primera década de este siglo, en el norte del continente americano empezaron a aparecer varias nuevas compañías enfocadas en centrales de esterilización, y las cuales tomaron el nombre de centrales de reprocesamiento [2], que a partir de este punto coyuntural tuvieron acceso a un mercado que al 2022 será cercano a los 2.500 millones de dólares [3]
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Pero ¿Qué es exactamente una central de reprocesamiento? Una central de reprocesamiento retoma las condiciones de una central de esterilización, pero además le apuesta a las técnicas de validación y manufactura para asegurar que los productos esterilizados puedan etiquetarse como nuevos. Estas técnicas incluyen la implementación de pruebas microbiológicas de diagnóstico rápido, ensayos de tensión, de ultrasonido y de espectrofotometría, conductividad, dispersión de calor, compatibilidad biológica y fisicoquímica. Las centrales de reprocesamiento utilizan procedimientos innovadores para asegurar que los productos esterilizados puedan reutilizarse con riesgo mínimo para pacientes.
Desde el 2003, Colombia intenta normalizar sus prácticas de reprocesamiento de dispositivos médicos, una forma de ahorro para la crisis económica que afecta el sector. Todo parece indicar que está a punto de concluir su trabajo en este tema. Ejemplos de esta práctica no faltan, como es el caso de grande compañías que operan en el mundo como
Stryker Sustainability Solutions [4], Johnson & Johnson: Sterilmed [5] y la alemana Vanguard [6]. La pregunta sería ¿Éstá Colombia lista para afrontar el desafío de entrar en un mega mercado como el reprocesamiento de dispositivos médicos? Personalmente, considero que en lo absoluto si se aprovechan las experiencias investigativas de la academia y se mezclan con la de las centrales de esterilización.