Seguridad clínica y de la información, claves de la sustentabilidad de la salud digital

En los últimos dos años las consultas por telesalud aumentaron en porcentajes nunca registrados, pese a que estas se realizaban antes de la pandemia, en su mayoría eran esfuerzos aislados o con poca penetración. En Colombia, de acuerdo con el Ministerio de Salud, antes del Covid-19 se realizaban un millón de atenciones mensuales por teleasesoría y actualmente se llega a más de 10 millones. Para InterSystems, hoy el gran desafío es tomar las medidas necesarias y generar procesos de telemedicina sustentables y esto implica, garantizar la seguridad en el desarrollo y uso de las tecnologías de la información de la salud.

“El gran reto a nivel global y en Colombia es hacer que ese crecimiento que tuvo la teleconsulta en los últimos años sea sustentable, es decir, que por lo menos se puedan mantener un tercio de las atenciones que se logró en pandemia y no volver a los números que la precedían. Los profesionales de la salud y los pacientes han perdido el miedo a la teleasesoría, debido a que era percibida como insegura y que podía vulnerar la situación y la confidencialidad de los pacientes, por lo que la seguridad  se ha convertido en un aspecto fundamental para la evolución de este tipo de atención”, expresó Alfredo Almerares, Clinical Executive Manager de InterSystems.

La seguridad clínica y la seguridad de la información

Cuando se habla de seguridad de la información, nos referimos a que esta sea privada e invulnerable, hablamos de la integridad de esta. La seguridad debe estar garantizada en el uso y aplicación responsable de sistemas de información. Sin embargo, no debemos alejarnos de un concepto que en el mundo clínico está establecido desde los inicios de la medicina ¨primum non nocere¨, es decir, no generar un daño al paciente.

Por lo que se busca garantizar, hasta donde sea posible, que las herramientas utilizadas en el sistema no generan un prejuicio a su salud. A esto se refiere el concepto de seguridad clínica. Se deben enfocar esfuerzos entre los sistemas y entidades del sector salud para garantizar la integridad de la información, la utilidad de las herramientas que se incorporan y no desatender el riesgo implícito en utilizar un nuevo modelo de atención.

De acuerdo con InterSystems, el concepto de seguridad en las tecnologías de la información aplicadas a la salud suele relacionarse a los datos seguros, la presentación de la confidencialidad y la prevención de ciberataques. Sin embargo, cuando se les pregunta a los médicos, enfermeros y otros clínicos, lo primero que piensan es que la seguridad de los pacientes es que estos reciban la medicación correcta, de la forma y en el tiempo correcto, que no tengan infecciones hospitalarias y que la comunicación en los traspasos sea adecuada y esa ambigüedad no es gratuita.  

CONOZCA LA OFERTA DE NUESTROS PROVEEDORES EN EN ESTE ENLACE.

Al utilizar tecnologías de la información en salud, es clave contar con herramientas que ofrezcan una completa evaluación de los riesgos que se generan con su uso y que estos estén descriptos y controlados, y que los controles sean correctamente implementados. Hay que ofrecer herramientas que, a modo de ejemplo, brinden un contexto de la situación de salud de un paciente, como sus alergias, problemas actuales, y de esta manera el médico pueda determinar qué conducta tomar, o que la herramienta tecnológica usada permita validar las identidades de estos, garantizando que el paciente correcto es atendido por el prestador correcto.

“El sector salud en Colombia fue uno de los primeros en entender que tenía que digitalizar el registro clínico y en la actualidad ya hay varias instituciones que cuentan con gran parte de este proceso avanzando. En comparación con otros países de Latinoamérica, el mercado colombiano lleva la delantera. Sin embargo, el mayor desafío para continuar con este proceso es la calidad de los sistemas, debido a que estos permiten que se cumpla con el objetivo de mejorar la asistencia, la satisfacción del paciente y del profesional médico y reducir costos de la operación, por lo que las plataformas deben ser de mayor calidad y más seguras”, manifestó Almenares.  

En los próximos años, todas las instituciones del sector salud verán que la mayoría de las herramientas médicas serán digitales. El desafío será integrarlas todas de manera segura y efectiva y administrarlas de forma completa y sin ambigüedades, que permita la optimización y adecuada gestión de los datos, ofreciendo una mejor atención y servicio a los pacientes y que estos también puedan empoderarse más sobre el estado y cuidado de su salud.