La gestión hospitalaria es una actividad en constante evolución que vive una etapa de transformación digital en América Latina. Aplicaciones móviles, dispositivos de monitorización y otras muchas herramientas de base tecnológica, ayudan a las instituciones de salud a comunicarse y a trabajar de manera más eficiente.
La aplicación de Tecnologías de la Información (TI) en la gestión hospitalaria es parte de la transformación social hacia un mundo digital, que impacta a todos los sectores productivos.
El Dr. Heberto Arboleya, presidente de la Asociación Mexicana de Hospitales, aseguró en el panel Tecnologías de la Información en la gestión hospitalaria del foro Healthnology, realizado en México, que existen grandes retos para dirigir esta transformación.
“Hay una falta de cultura y formación digital; a veces no hay claridad en los beneficios económicos de las soluciones; hay costos de implementación elevados, y socios de negocio que no siempre están dispuestos a colaborar en torno a soluciones digitales”, aseguró el consultor.
Áreas de oportunidad
Para dar el primer paso en la adopción de un modelo integral de gestión hospitalaria es prioritario que los empleados conozcan y estén comprometidos con la visión y la misión del hospital, para poder encaminar la transformación digital.
La adopción de un modelo integral de gestión puede visualizarse como el trazo de una "carretera" por donde corre toda la operación. “Es como un eje con un flujo no lineal donde los pacientes puede ir de un lado a otro”, dijo Arboleya.
Este modelo integral permite el diseño de servicios para ofrecer a los clientes y a sus familias lo que necesitan. Facilita la automatización de procesos y genera información para la toma de decisiones, porque cada punto que toca el paciente genera datos que pueden ser capturados dentro del sistema de gestión.
Gestión del cambio
Para implementar un sistema de gestión es importante realizar el diseño de procesos en cada área. Después se traza el diagrama, que es el recorrido integral que incluye inventarios, hospitalización, enfermería, servicios de diagnóstico, servicios farmacéuticos, cuidados al paciente, finanzas y todos los procesos involucrados en la atención al paciente, desde que entra hasta que se va.
Así se hace un análisis de la calidad técnica del proceso, su efectividad clínica (resultado), la satisfacción (calidad), los tiempos (eficacia) y el consumo de recursos (costo).
“El principal beneficio de tener un sistema de gestión integral es tener información en tiempo real y que se pueda compartir con todos los miembros de la organización”, dijo Arboleya.
Interoperatividad, mejora de resultados operativos, optimización de costos y apoyo a la gestión médico administrativa, son algunos de los beneficios de la implementación de un sistema de gestión integral, capaz de lograr que una institución pueda brindar la misma atención a toda hora, todos los días.
“La aspiración es llegar a una cambio de paradigma, a la minería de datos y el cruce de información que facilite la toma de decisiones”, concluyó Heberto Arboleya.