Atención médica de rutina debe incluir evaluación de la calidad de la dieta

La American Heart Association (AHA) de Estados Unidos hizo un llamado urgente para que en la atención médica rutinaria se incluya algún tipo de evaluación y asesoría dietética, ya que la mala calidad de la dieta tiene un impacto fuerte en el desarrollo de enfermedades crónicas y la mortalidad en el mundo.

“No se le da suficiente prioridad a los patrones y la calidad de la dieta cuando se abordan los factores de riesgo modificables durante las visitas regulares al consultorio médico. Dada la evidencia de que la dieta contribuye a la enfermedad y la mortalidad, es un factor de riesgo que vale la pena examinar de forma continua”, dijo en un comunicado de prensa la epidemióloga nutricional Maya Vadiveloo, presidenta del grupo de redacción de declaraciones.

En una declaración científica publicada para abordar este problema, la AHA advierte que la dieta deficiente provoca aproximadamente 11 millones de muertes y cerca de la mitad de las muertes por enfermedades cardíacas en todo el mundo, por lo que un cuestionario rápido y simple en el consultorio médico puede ayudar a combatir la mala alimentación.

La AHA pide que en las visitas de atención médica de rutina se incluya la evaluación de la dieta, lo que puede integrarse en los registros de salud en todos los entornos de atención médica.

Aunque no menciona una herramienta específica, los autores de la declaración revisaron 15 herramientas de detección que ya existen y que hacen preguntas sobre el consumo de frutas, verduras y alimentos azucarados y procesados, jugos y alcohol.

La recomendación es que cualquiera que se utilice debe ser una evaluación eficaz, rápida de usar, basarse en evidencia científica y preguntar sobre el patrón de dieta completo, no solamente lo que se refiere a alimentos o nutrientes individuales.

Según la declaración, los patrones de dieta pueden pasarse por alto durante una visita al consultorio debido a la falta de capacitación y conocimiento; falta de tiempo y reembolso; demandas competitivas durante la visita al consultorio, a menudo breve; y porque los servicios de nutrición no están integrados en muchos entornos de atención médica.

“Un componente importante, además de evaluar la calidad de la dieta, es enfocarse en cambios viables, ayudar a los pacientes a establecer metas dietéticas alcanzables, y luego hacer un seguimiento en la próxima visita", dijo Alice H. Lichtenstein, vicepresidenta del grupo de redacción de la declaración y científica principal del Equipo de Nutrición Cardiovascular en el Centro de Investigación de Nutrición Humana sobre el Envejecimiento Jean Mayer USDA en la Universidad de Tufts en Boston.

Por su parte, Maya Vadiveloo aseguró que lo que se busca con esta declaración es que haya una forma válida y confiable de evaluar la dieta, que refleje la mejor ciencia y la mayoría de las herramientas que se revisaron toman menos de 10 minutos para aplicarse.

Un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) revela que la prevalencia de la obesidad en adultos en América Latina y el Caribe se ha triplicado desde 1975 como consecuencia de un cambio de alimentación hacia un consumo mayor de comida rápida y ultraprocesada.

La obesidad afecta al 24% de la población en la región, es decir, 105 millones de personas, lo que equivale a casi el doble del nivel global que es de 13.2%. Asimismo, la región está peor que el resto del mundo en la mayoría de indicadores de malnutrición, de ahí que 59.5% de los adultos en América Latina padezcan sobrepeso.

Los datos de la ONU, indican que cada año mueren en la región 600,000 personas debido a enfermedades relacionadas con la mala alimentación y la obesidad, como la diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares.