Riesgo de depresión postparto aumenta con anestesia general en cesáreas

La investigación realizada por la Escuela de Salud Pública Mailman y del Centro Médico Irving, ambas de la Universidad de Columbia, y publicado en la revista Anesthesia and Analgesia, periódico de la Sociedad Internacional de Investigación sobre Anestesia, es el primero que examina el efecto de la anestesia en la depresión posparto y el posible efecto protector de la anestesia local en los partos por cesárea.

“La anestesia general puede aumentar el riesgo de depresión posparto porque retrasa el inicio de la interacción piel a piel de la madre al bebé y la lactancia materna, y a menudo resulta en un dolor posparto más agudo y persistente”, explica Jean Guglielminotti, especialista del Departamento de Anestesiología y el Departamento de Epidemiología de la Escuela Columbia Mailman, que lideró la investigación.

El médico explicó que estas situación a menudo se combina con la insatisfacción de la nueva madre con la anestesia general, y puede conducir a resultados negativos para la salud mental.

Si bien la anestesia general se asocia con el intervalo más corto entre la decisión y el parto en caso de emergencia, no hay evidencia de que mejore los resultados para el bebé, en cambio, hay evidencia creciente de que puede haber consecuencias adversas para las madres, añadió Guglielminotti.

La investigación se basa en los registros de alta hospitalaria de casos de parto por cesárea realizados en hospitales de Nueva York entre 2006 y 2013. De los 428.204 casos de parto por cesárea incluidos, el 8%, es decir, 34.356 recibieron anestesia general, y de ellas 1.158 (3%), experimentaron depresión postparto severa que requirió hospitalización. El 60% de esos casos severos se identificaron durante el reingreso al hospital, después de aproximadamente 164 días de la alta.

En comparación con la anestesia local en los partos por cesárea, la anestesia general se asoció con un aumento de 54% en las probabilidades de depresión postparto, y el riesgo aumentó a 91% para pensamientos suicidas o lesiones autoinfligidas.

“Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de evitar el uso de anestesia general para el parto por cesárea siempre que sea posible, y proporcionar exámenes de salud mental, asesoramiento y otros servicios de seguimiento a pacientes obstétricas expuestas a anestesia general”, dijo el coautor del estudio, Guohua Li, profesor de Epidemiología y Anestesiología.

La depresión postparto en Estados Unidos se ha multiplicado por siete en los últimos 15 años, y actualmente afecta a una de cada siete mujeres, produciendo unos 550.000 nuevos casos cada año.