Para hacer frente a la pandemia de coronavirus y ante la creciente necesidad de realizar pruebas efectivas para la población, científicos mexicanos del Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrollaron un dispositivo capaz de detectar en 30 minutosa las personas portadoras o infectadas de COVID-19, reduciendo el costo de aplicación hasta un 90 %.
Se trata de una prueba serológica que analiza la sangre para detectar la presencia de anticuerpos contra un microorganismo, permitiendo determinar si una persona ha estado expuesta a un microorganismo particular. El equipo de científicos liderado por José Luis García desarrolló esta prueba que es capaz de detectar el virus aún en personas que padecen síntomas leves.
La tecnología del dispositivo para tomar la prueba está conformado por microcanales, con un diámetro del tamaño de un cabello, por donde se introduce una muestra de suero, obtenida de la sangre del paciente y cuenta con un biosensor para reconocer los anticuerpos producidos por el cuerpo contra el virus. La sensibilidad del dispositivo depende de la concentración del anticuerpo en el suero, que es variable dependiendo del tiempo de infección y del tipo de anticuerpos producidos: IgG o IgM.
De acuerdo con el investigador García se toma una muestra de sangre que posteriormente es inyectada a reactivos con biosensores, para luego, con ayuda de un microscopio de fluorescencia sea analizada. Este procedimiento requiere un porcentaje menor del reactivo normal necesario para detectar coronavirus y puede aplicarse hasta a 50 pruebas a la vez.
Los Centro de Investigaciones en Óptica y el Centro de Investigación Científica de Yucatán trabajan en asociación para desarrollar un microscopio de fluorescencia miniatura donde se podría alojar el dispositivo con biosensores. Los investigadores y estudiantes donan su tiempo para desarrollar el dispositivo por ello no se tiene un cálculo de su costo, pero por los reactivos, materiales y mano de obra debería tener un precio similar al de una prueba de embarazo, por eso explican que, tendría un costo 90% menor a la prueba más barata realizada en México.
El procedimiento podría usarse para detección más temprana de otras enfermedades, como el VIH por ejemplo. Este dispositivo está en fase de pruebas y se encuentran tramitando los permisos correspondientes ante el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en México.